Tras seis años, concluye el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en México. En su última conferencia matutina expresó que se jubilaría con la conciencia tranquila y muy contento por su desempeño en el cargo, resaltando su popularidad, la construcción de grandes obras de infraestructura y sus programas de apoyo social, entre otras cosas. Sin embargo, el balance de su sexenio muestra que no todos los resultados son positivos. Como el crecimiento económico promedio, la inflación, inversión pública, asuntos de seguridad y casos de pobreza extrema, que presentan un impacto negativo en comparación al arranque de su gobierno en 2018.
Aprobación
López Obrador termina como el segundo presidente mejor aprobado desde Carlos Salinas de Gortari, con una evaluación de 72%, de acuerdo con nuestra Encuesta de Encuestas, que durante seis años se dedicó a recopilar y ponderar las encuestas nacionales que midieron la aprobación ciudadana. Tras su primer año de gobierno, donde alcanzó índices de aprobación de hasta 89%, los efectos de la pandemia se reflejaron en la evaluación a su mandato, pues desde el 2020 sólo en cuatro ocasiones rebasó el 70% de aprobación: diciembre 2021, abril 2022, julio de 2024 y septiembre de 2024. En comparación con su arranque, presentó una disminución de 17 puntos porcentuales, presentando una pérdida de popularidad similar a la de Vicente Fox (-17) y quedando sólo por detrás de Enrique Peña Nieto (-37).
Economía
Aunque una de las principales promesas del mandatario fue el no aumento al precio de la gasolina, este presenta una variación de 25.3% sobre su precio en el 2018, al inicio de su gobierno. Sin embargo, permanece debajo del 32.94% de la inflación acumulada durante los seis años, lo cual, deja la promesa del presidente cumplida hasta cierto punto, pues habría declarado que el aumento a su costo no sobrepasaría dicha inflación.
No obstante, la inflación presentada de 2018 al 2024 es de 5.20 (tasa anual), lo que representa una variación de 32.02%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este sería el índice más elevado desde Ernesto Zedillo (225.32%), puesto que el gobierno de Enrique Peña Nieto presentó una variación de 27.7%, el de Felipe Calderón de 28.96% y el de Vicente Fox de 30.43%.
La promesa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al 6% que hizo al inicio de su mandato, se quedó en eso, una promesa. De acuerdo con el Inegi, el PIB acumulado durante el sexenio de López Obrador fue igual 25.27, es decir creció 4.5%. En tanto, la inversión privada ascendió a 5,749 mmdp (+20.8%), mientras la pública fue de 683 mil millones de pesos, -2.3% en relación con el inicio de su sexenio.
Salario mínimo y tasa de pobreza
López Obrador sí podrá presumir que su gobierno ha sido el único desde 1934 (el de Lázaro Cárdenas) en el que el dólar estadounidense disminuyó su costo frente al peso mexicano, pues cuando este lo recibió en 2018, el costo era de $20.34 pesos, al cierre de su sexenio es de 19.64 pesos mexicanos, lo que representa desde entonces una reducción de 3.44%.
El salario mínimo también logró un aumento, cerrando en 248.93 pesos en promedio; el aumento fue de 142.4% respecto al 2018, llegando a considerarse uno de los mayores logros del mandatario. Si bien, pudo haber favorecido la disminución de la situación en pobreza pasando del 41,9% a 36.3% (2022, Coneval), la pobreza extrema no disminuyó. De acuerdo con el Inegi, pasó de 8.7 a 9.1 millones de personas, representando el 7.1% de la población (0.1% más que en 2018).
Servicios de salud y seguridad
Asimismo, 39.1% de la población tiene carencias para acceder a los servicios de salud, representando un aumento de 22.9 puntos porcentuales desde el arranque de su sexenio, pese a que presumió en su sexto informe de gobierno, un sistema mejor que el de Dinamarca. López Obrador impulsó una política de “abrazos y no balazos” lo que le resultó en una tasa de extorsiones de 5.2% anual, 36.8% más que el sexenio anterior; además un registro de 196 mil 505 homicidios dolosos (hasta agosto 2024) y 51,791 desapariciones registradas en su sexenio. Además de 47 periodistas asesinados y 889 víctimas registradas por proceso electoral.