En esta ocasión comparamos las mediciones que realizamos al inicio del proceso electoral contra las más recientes. Si bien, hay entidades donde todo parecía definido desde muy temprano en la contienda, hacemos un repaso para observar los cambios que notamos a sólo unos días de conocer los resultados de estas elecciones en seis entidades.
Empezando con Aguascalientes, entre la primera y la última medición, observamos que el liderazgo de la candidata panista de la coalición PAN-PRI-PRD, Teresa Jiménez, es indiscutible; sin embargo, llama la atención que Nora Ruvalcaba de MORENA, no tuvo crecimiento en intención de voto, pero sí aumentó la percepción de que podía ganar la elección: en la primera medición, sólo 15% de las personas la veían como probable ganadora y en la última, este porcentaje creció hasta 21%.
En el caso de Durango, que parece ser la contienda más reñida de las seis, la intención de voto se mantiene prácticamente empatada. No obstante, como en Aguascalientes, la percepción de que la candidata de MORENA puede ganar la elección creció entre una medición y otra. En esta elección, resulta particularmente relevante la percepción de qué candidata o candidato tiene más posibilidades de ganar, pues esta percepción puede incidir en la decisión final de quienes acudirán a emitir su voto en Durango el 5 de junio.
En Hidalgo, el candidato de la coalición “Juntos hacemos historia” conserva la ventaja, a pesar que su intención de voto bajó entre una medición y otra, se mantiene por encima de 50%. Por otro lado, la candidata del PAN-PRI-PRD, Carolina Viggiano, tuvo un crecimiento, pero la ventaja que le lleva su contrincante es tanta que no hace diferencia.
En Oaxaca, otra de las elecciones que parece claramente definida por el amplio margen de ventaja que tiene el candidato de MORENA. Entre una medición y otra, aumentó la percepción de que Jara ganará la elección. Cabe destacar que, de los seis estados, Oaxaca es donde más candidatos compiten por la gubernatura, por tanto, es donde más fragmentado se encuentra el voto y esto pudo haber favorecido notablemente la candidatura de Salomón Jara, quien cuenta con el respaldo de cuatro partidos.
En Quintana Roo, otra entidad donde los partidos de oposición no compitieron en coalición y la segunda con más candidatos participantes, Mara Lezama, candidata de MORENA, mantuvo el mismo porcentaje de preferencias entre una medición y otra: 45%; aunque la percepción de que puede ganar la elección cayó cuatro puntos esto parece no poner en riesgo sus posibilidades de conseguir la gubernatura. La segunda candidata en intención de voto, Laura Fernández (PAN-PRD-CQ), registró un aumento notable en las preferencias y duplicó la percepción de que puede ganar la contienda.
Finalmente, en Tamaulipas, otra de las contiendas donde el candidato de MORENA mantiene amplia ventaja desde el principio, vale la pena destacar que Américo Villarreal perdió 12 puntos entre una medición y otra, de los cuales 7 se fueron a los indecisos y 4 más, los capitalizó el candidato del PAN-PRI-PRD, César Verástegui, quien pasó de 23% de intención de voto en la primera medición a 27% en la más reciente.
Como mencioné en revisiones anteriores de nuestras encuestas, estos procesos electorales estatales pueden brindar mucha información a los partidos de cara al proceso electoral de 2024. Una de las lecciones que destaca es que la fragmentación del voto no beneficia a los partidos de oposición; sin embargo, los resultados que obtengan sus candidatos en las elecciones del seis de junio pueden brindar pistas sobre la capacidad de movilización y preferencias de cada uno en las entidades, para tener mejor información para tomar decisiones sobre las estrategias más favorables en elecciones futuras.