Claudia Sheinbaum empezó su sexenio con un país endeudado. De acuerdo con el informe de la deuda pública, emitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a junio del 2024, la deuda neta del Gobierno Federal ascendía a 13 billones 987 mil 877 millones de pesos.
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Ante esto, el costo financiero de la deuda, entre enero y agosto del presente año, fue de 733 mil 746 millones de pesos, lo que significa un aumento de 4% en relación con el 2023.
En promedio, el costo mensual de este año equivale a 90 mil 343.3 millones de pesos. En el 2014, fue de 307 mil 211.2 millones de pesos. En comparación con el promedio mensual de entonces (25 mil 600 mdp), el costo mensual de este año representa un aumento de 252.9%.
En la última década, las tasas de interés de los bancos centrales del mundo, se elevaron debido a los niveles de inflación, ocasionando que los costos de la deuda pública aumentaran y presionaran las finanzas públicas. A mayor deuda pública mayor absorción de recursos del erario y menor presupuesto para otros sectores de interés público.
Del 2022 al 2023, la variación del costo de la deuda pública fue la más grande en los últimos diez años. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, en ese periodo aumentó 27%, pasando de 547 mil 065.1 millones de pesos (2022) a 694 mil 683.2 millones de pesos.
Por el contrario, en el 2021, se presentó la única reducción de -9% al costar 506 mil 237.2 millones de pesos, poco más de 51 mil millones de pesos menos que en el 2020.
¿Qué es el costo financiero de la deuda pública?
Cabe señalar que el costo financiero de la deuda se refiere a los pagos de intereses, comisiones y otro tipo de gastos que realiza el gobierno federal en relación al uso de créditos que tiene el estado para obtener o garantizar recursos financieros.
Si bien no es extraño que el costo financiero de la deuda pública aumente año con año, se espera que se acompañe de una estrategia de saneamiento financiero que estabilice las finanzas públicas y garantice el crecimiento económico del país; esto conforme al Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Aunque se espera que el próximo año se reduzcan las tasa de interés no hay garantía de que esto provoque una reducción de los recursos destinados a dichos costos.