Las elecciones no son un evento, sino un proceso que agrupa distintas actividades establecidas por el Instituto Nacional Electoral. Se divide en tres etapas: el periodo preelectoral, el día de la elección; y post elección.
La primera etapa, que denominamos preelectoral, se compone de diversas actividades como la designación de las normas que regularán el proceso en términos legales, a esto se le conoce como “Marco legal”; en pocas palabras es dónde se definen las reglas del juego para todos los participantes. Luego viene la capacitación a los ciudadanos que darán cátedra a los funcionarios de casilla y asesores.
En esta misma etapa, los partidos políticos deberán registrar su participación, ya sea en solitario o en coalición, una vez aprobado tendrán lugar a registrar a sus precandidatos (de tenerlos) y candidatos. Durante este periodo, el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, definirán el presupuesto para dicho ejercicio así como la repartición del mismo.
Entonces, darán inicio las precampañas (con los precandidatos) y posteriormente las campañas, ya con el candidato oficial, que para entonces debe estar registrado. La campaña además de servir para dar a conocer sus propuestas de Gobierno, abrirá espacio a los debates entre candidatos, a fin de que la ciudadanía pueda tomar parte y se forme una opinión sobre los mismos. El fin de esta etapa llega con la Veda Electoral, que hace alusión al periodo de reflexión, en el que los partidos, los candidatos y medios de comunicación tienen prohibido hacer propaganda política o llamar al voto.
Elecciones
El segundo tiempo de este proceso, es el día de las elecciones, donde únicamente se realiza la instalación de las casillas, se ejecuta el voto y se realiza el conteo de los votos para dar paso a los resultados electorales.
En México, se realiza el primer domingo de junio (2 de junio) en un horario de 8 am a 6 pm; una vez terminada la jornada no podrán emitirse más votos.
¿Qué queda?
Luego de dar a conocer los resultados, la cosa no siempre queda ahí. En la etapa postelectoral se pueden llevar a cabo denuncias, controversias y resolución de conflictos entre las partes involucradas, a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales. Asimismo se hace el dictamen reconociendo los resultados de las elecciones con un acta que válida al vencedor.