Después de un juicio que resultó más breve de lo esperado, finalmente 12 miembros del jurado en una Corte de Nueva York encontraron culpable de cinco delitos al ex secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna: conspiración para distribuir cocaína a nivel internacional; conspiración para distribuir y poseer cocaína con la intención de distribuirla; conspiración para importar cocaína; delincuencia organizada; hacer declaraciones falsas para obtener la ciudadanía estadounidense. García Luna es el ex funcionario público mexicano de más alto rango enjuiciado y acusado en una corte estadounidense, por lo que su caso ha recibido gran atención mediática. Esta vez quisimos saber cómo ven las mexicanas y los mexicanos este asunto, así como sus posibles implicaciones para nuestro país.
En primer lugar, encontramos que la mitad de nuestros encuestados recordaron que se estaba llevando a cabo un juicio contra García Luna; sin embargo, lo recordaron con algo de ayuda. No olvidemos que el inicio de este caso data de 2019, cuando las autoridades de Estados Unidos detuvieron al ex secretario de Seguridad en Texas, pero el juicio apenas inició en febrero de este año.

Aunque ya hay un veredicto de una corte, que declaró culpable al ex funcionario, preguntamos a las personas si coinciden con la justicia estadounidense. Ocho de cada diez encuestados consideran que García Luna es culpable, uno de cada diez no está tan seguro y sólo 6% lo consideran inocente. Ahora, ¿cuáles son las razones por las que les parece que es culpable? Treinta y siete por ciento asegura que se dejaba sobornar o se enriqueció ilícitamente; casi un tercio señaló que estuvo involucrado con el narcotráfico; cerca de la cuarta parte destacó que había pruebas contundentes en su contra; 9% de los encuestados mencionaron que su percepción sobre la culpabilidad proviene de lo que escucharon en las noticias.

Llama la atención la contundencia con la que las personas aseguran que el ex secretario de Seguridad Pública es culpable, ya que durante el juicio no se presentaron pruebas que demostraran que recibió sobornos millonarios. De hecho, las acusaciones en su contra y el veredicto se basaron en las declaraciones de testigos protegidos: presuntos delincuentes acusados y sentenciados en el sistema de justicia de Estados Unidos, pero que han logrado reducir o anular sus condenas a cambio de cooperar con las autoridades. Al respecto, preguntamos a las personas qué tan confiables son estos testigos. Casi la mitad (45%) los considera nada confiables, una proporción muy similar (43%) tiene una opinión más bien neutral de estos personajes y 12% los considera muy confiables.

Otro tema que surgió en la discusión pública a raíz de este juicio fue el de la percepción de eficiencia de los sistemas de justicia en México y en Estados Unidos, ya que recordemos que en México no hay ninguna investigación en contra de García Luna y las acusaciones en su contra son resultado del trabajo de las autoridades estadounidenses. En este contexto, ocho de cada diez mexicanos consideran que nuestro sistema de justicia es menos eficiente que el de nuestros vecinos; sólo 5% lo considera más eficiente. En contraste, 38% de las personas perciben al sistema de justicia estadounidense como el más eficiente y la proporción de quienes lo consideran menos eficiente es de apenas 15%.

Finalmente, considerando la gran cobertura mediática del juicio y la politización del tema, preguntamos a las mexicanas y mexicanos si creen que este veredicto tendrá impacto en las próximas elecciones de México. Más de la mitad aseguró que no tendrá impacto, la cuarta parte no está segura y 19% respondió que afectará mucho en las próximas elecciones del país.

El veredicto de este juicio es relevante por muchas razones. García Luna, además de secretario de Seguridad Pública, fue el principal punto de contacto entre el gobierno mexicano y las agencias de seguridad estadounidenses entre 2006 y 2012. Como funcionario de alto nivel, García Luna recibió información sensible para combatir al narcotráfico en ambos países. Aunque la mayoría de las personas opinen que este asunto no tendrá ningún impacto electoral, no olvidemos que la seguridad es uno de los temas principales en la relación entre México y Estados Unidos, país que, por cierto, también elegirá presidente el próximo año.