El gabinete presidencial se ha conformado siempre por funcionarios expertos en distintas áreas, ya sea económica, de salud, en relaciones internacionales o en temas de seguridad.
Cada presidente elige de manera estratégica al equipo que le acompañará en su gobierno. Se trata de que los más capacitados tomen la responsabilidad; sin embargo, en diversas ocasiones algunos han hecho un papel de todólogos, cubriendo más de un área.
¿Buenos o malos resultados?
Tan sólo Fernando Solana Morales y José Antonio Meade, estuvieron al frente de cuatro Secretarías cada uno. En el caso del primero, quien tenía los títulos de Ingeniero Civil y Doctor en Ciencias Políticas y Sociales; fue nombrado por José López Portillo como secretario de Comercio y de Educación Pública (SEP); más adelante, fue secretario de Relaciones Exteriores y repitió en la SEP, en la que impulsó la consolidación del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).
Por su parte, José Antonio Meade fue titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores con Enrique Peña Nieto, mismo que lo nombró más tarde secretario de Hacienda y Crédito Público para finalizar en la Secretaría de Desarrollo Social. Sin embargo, no era su primera vez como miembro del gabinete presidencial, habiendo colaborado con Felipe Calderón como su secretario de Energía. A diferencia de Solana, no repitió ningún cargo. Su currículum académico incluye una licenciatura en Economía y otra en Derecho.
Por otro lado, Pedro Ojeda, era licenciado en Derecho y aunque su primera Secretaría en el gobierno de Echeverría, se relacionó con esto (Procurador general de la República), llegó a ocupar el cargo de secretario de Trabajo y Previsión Social con López Portillo y con Miguel de la Madrid, la titularidad de la Secretaría de Pesca, que promueve la explotación sostenible de los recursos marinos y contribuir con la conservación de los mismos.
La polémica
En otro caso particular, Manuel Barlett ha ocupado tres cargos dentro del gabinete, todos con un presidente distinto. Con una carrera en Derecho y una maestría en Ciencias Políticas, obtuvo su primera función de secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid.
Más tarde, Carlos Salinas lo sumó a su proyecto como secretario de Educación Pública. Además, en el llamado “gabinete extendido” fue presidente de la Comisión Federal deElectricidad durante “la caída del sistema” a la que se adjudicó un fraude electoral en contra de Lázaro Cárdenas, pues tras la caída del sistema eléctrico, la ventaja que se veía en el sistema preeliminar se perdió y Salinas lideraba la contienda. A pesar de las controversias, Barlett ocupó otros cargos como gobernador de Puebla y senador de la República. En el actual gobierno de López Obrador fue nombrado nuevamente director de la CFE.
La crítica hacia la rotación interna de cargos no se trata en sí de cuántas titularidades ocupó la misma persona. El cuestionamiento parte de las áreas que manejaron ¿podría un abogado hacerse cargo de la Secretaría de Salud? ¿sería correcto que un médico dirija la economía del país? Quizá sí, pero ¿no sería prudente que un experto en dicha materia tome la responsabilidad de la administración? No es intento de infravalorar el conocimiento de nadie, sino de cuestionarnos si quienes están al frente de las organizaciones más importantes de la administración pública son los más capacitados o si se trata de acuerdos internos para que sólo unos pocos, los elegidos del mandatario en curso, manejen los recursos de la nación.