En 31 de los 32 congresos locales (Hidalgo aún no emite su decisión sobre los diputados plurinominales), Morena tendría 23 mayorías (14 simples y 9 absolutas), que están dentro de lo legal; sin embargo, al tomar en cuenta la realidad de las diversas alianzas, habría sobrerrepresentación en 25 entidades (80.6%).
¿Qué es la sobrerrepresentación?
De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la sobrerrepresentación se refiere a un resultado electoral en el que un partido político obtiene un número de escaños en el Congreso que excede de manera significativa la proporción de votos obtenidos en las elecciones.
En el caso del Congreso de la Unión, el artículo 54 de la Constitución, en su fracción V, para evitar esto, establece que ningún partido puede tener más de 300 diputados por ambos principios (mayoría relativa y representación proporcional), así como tampoco puede tener un número de diputados que exceda en más de ocho puntos su porcentaje de votación nacional emitida.
¿Hay o no sobrerrepresentación?
Si nos atenemos a lo que dice la ley, ningún partido lograría ni una mayoría calificada y menos una sobrerrepresentación, pero se sabe que la interpretación de esta última es objeto de debate actual en México. Hay quienes consideran que la aplicación individual del límite de sobrerrepresentación es legal, pero inequitativa.
En otros casos, la discusión va hacia la distinción entre coaliciones electorales y legislativas. La ley en México indica que las electorales son sólo para el proceso electivo y se acaban terminando la jornada electoral y que no existen las coaliciones legislativas; sin embargo, la realidad a voces se sabe que esas alianzas, al menos las actuales de la 4T continuarán en el margen entre lo legal y lo prohibido.
Realizamos una ejercicio en todos los congresos locales y de los 23, siguiendo los preceptos individuales por partido, sólo Morena tendría mayoría absoluta (>50% de las curules) en nueve estados (Baja California, Baja California Sur, Estado de México, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz), mientras que aparecería con mayoría simple en 14, por cuatro del PAN, dos de Movimiento Ciudadano, uno del PRI y uno del PVEM.
Distribución en los Congresos locales
Ahora, en la realidad, tomando en cuenta las diversas combinaciones tanto para las alianzas de la 4T como de Fuerza y Corazón por México, la coalición formada principalmente por Morena, PT y PVEM, obtendría la mayoría simple en dos entidades (Jalisco y Zacatecas), la mayoría absoluta en tres (Campeche, Querétaro y Yucatán) y la mayoría calificada (dos terceras partes o más de las curules) en 20 entidades, mientras que las diversas alianzas del PAN, PRI y PRD se quedarían con la mayoría simple en dos estados (Chihuahua y Nuevo León), con la mayoría absoluta en uno (Guanajuato) y con la mayoría calificada en dos (Aguascalientes y Coahuila, entendiendo que este último estado no tuvo elecciones para su congreso en 2024, sino en 2023).
Asimismo, al agrupar a las coaliciones, la realidad indica que habrá sobrerrepresentación en 25 de las 31 entidades federativas estudiadas (80.6%): 23 bajo el mando de la 4T y dos de FCM (Aguascalientes y Coahuila). En las únicas entidades en las que, después de realizar el análisis no habría sobrerrepresentación serían Chihuahua, Durango, Nuevo León, Guanajuato, Jalisco y Tabasco. Como se puede observar, en cinco de los nueve estados que no son gobernados por la 4T.
El caso de Tabasco llama la atención porque cualquier podría pensar que sería ejemplo de la sobrerrepresentación por la altísima presencia de Morena y sus aliados respecto a la oposición, pero si bien la 4T mantendrá ahí la mayoría calificada ocupando 27 de las 35 curules del Congreso, la votación recibida para la alianza en las elecciones del pasado 2 de junio (70.8%) les da un margen de hasta un altísimo 78.8% de ocupación del congreso; y aunque estuvo cerca con 77.1%, no alcanza a ser legalmente una sobrerrepresentación.
Una estrategia vieja
La discusión sugiere que el límite debería aplicarse a las coaliciones de manera conjunta para evitar fraudes a la Constitución. Al momento, se permite que un partido mayoritario, como Morena, envíe candidatos a partidos aliados para evitar el límite de sobrerrepresentación y darle la vuelta a las leyes “dentro de lo legal”. Por ejemplo, como ocurrió en el Congreso Federal en donde esta táctica dejó que siete diputados electos por mayoría relativa, que habían participado como candidatos de la unión Morena-PT-PVEM, solicitaran no ser asignados como legisladores morenistas, sino como del PT o PVEM.
La discusión legal está lejos de encontrar su punto final, pero la realidad, para quien quiera verla, es obvia y clara que ambas alianzas tendrán sobrerrepresentación en los congresos locales.
