En junio del próximo año se llevará a cabo la elección para renovar la gubernatura en Coahuila, uno de los estados que hasta ahora no ha tenido alternancia en el gobierno estatal. Igual que el Estado de México, se trata de un bastión histórico del PRI, pues ningún otro partido ha gobernado la entidad. Si bien, todavía faltan varios meses para la elección y no se han definido candidaturas ni coaliciones, es cierto que la carrera en la entidad ya empezó.
En esta medición de UPAX, además de identificar la afinidad por los partidos, también preguntamos a las personas por quién nunca votarían, identificamos segmentos de votantes, intención de voto por partidos y planteamos algunos escenarios electorales.
En primera instancia, preguntamos a las personas si hay algún partido al que se sientan más cercanas, un tercio respondió que se sienten cercanas a Morena y la cuarta parte señaló que al PRI; apenas 6.0% respondió que al PAN y 36.9% de los encuestados declararon no sentirse cercanos a ningún partido. En cuanto a los partidos por los que las personas nunca votarían, Morena encabeza la lista con 41.7% de las respuestas. Le sigue el PRI con 37.3%; PAN con 9.3%; PRD con 1.1%. 9.2% de los encuestados no respondieron por cuál de los partidos nunca votarían.
Para entender mejor el contexto de los votantes de Coahuila, les preguntamos “¿Prefiere que siga gobernando el PRI o que gobierne otro partido?” Casi la mitad de las personas encuestadas (45.5%) señalaron que quieren la continuidad del PRI en la gubernatura y 37.9% respondieron que quieren a otro partido en el gobierno. De este porcentaje de personas que piden un cambio de partido, la mayoría quiere que ese nuevo partido sea Morena.
A partir de estas respuestas, hicimos un análisis estadístico para construir segmentos de votación. El primer segmento es el de “morenistas duros” (32.3%): declaran que su intención de voto es para Morena, evalúan muy bien al gobierno del Presidente López Obrador, tienen aversión por el PRI y evalúan negativamente al gobernador de la entidad, Miguel Riquelme.
El segundo segmento más amplio es el de priistas (21.6%): son personas que declararon que votan por el PRI, pero podrían votar por el PAN, aprueban el gobierno de Miguel Riquelme, tienen aversión por Morena y desaprueban el gobierno de AMLO. El tercer segmento es el de “priistas ocultos” (20.5%), de los cuales, la mayoría no declaran intención de voto, tienen aversión por Morena y desaprueban el gobierno de AMLO, pero tienen buena imagen del gobernador de su entidad y del PRI.
El siguiente segmento es el de “morenistas suaves” (17.3%), quienes declaran que su voto es para Morena, pero también podrían votar por el PAN; tienen aversión por el PRI y una parte del segmento está en desacuerdo con el gobierno de AMLO. El siguiente segmento es el de los panistas (8.3%), que también podrían votar por el PRI, aunque declaran que su intención de voto inicial es para el PAN y tienen aversión por Morena.
Cuando preguntamos por la intención de voto, encontramos que la mayoría de las personas dijeron que votarían por Morena (39.6%) y un tercio de los encuestados votarían por el PRI. El PAN se posiciona como el tercer partido con mayor intención de voto (6.0%), seguido del PRD (2.0%), aunque todavía 20.0% todavía no declararon por cuál de los partidos votarían. La intención de voto acumulada para la coalición PAN-PRI-PRD es de 38.4%.
A partir de los segmentos de votantes y en conjunto con un análisis de quienes no declararon una preferencia, construimos una intención de voto simulada, que ajusta los porcentajes de votos que podrían recibir los partidos a partir del voto oculto descubierto entre quienes no declaran su intención de voto. Morena se mantiene como el partido con mayor preferencia (44.6%) y le sigue el PRI (38.5%).
En contraste con la primera respuesta, el que podría obtener más votos es el PRI (8.1% más), el PAN sumaría 2.4% de votos y el PRD 1.2%. Morena amplía su preferencia 5.0%. En este escenario, la coalición PAN-PRI-PRD alcanzaría 50.1% de las preferencias, 11.6% más que en la respuesta inicial.
Después de observar estos resultados, reiteramos lo que hemos señalado en ejercicios similares: estos resultados nos muestran una fotografía de las preferencias actuales, sin que se hayan definido formalmente candidatos ni se hayan anunciado posibles coaliciones. Sin embargo, en los próximos meses seguramente tendremos la confirmación de las candidaturas que competirán por la gubernatura de Coahuila, por lo que esta medición es una buena aproximación de cómo empezará la contienda.
Al igual que en el Estado de México, también se ha mencionado que es posible una alianza entre PAN-PRI-PRD para competir por la gubernatura de Coahuila. Esta medición nos ofrece información interesante sobre el potencial éxito de esta coalición, teniendo en cuenta que el análisis va más allá de la pura intención de voto y nos dice mucho sobre el contexto electoral en la entidad. La comparación con nuestras mediciones posteriores nos mostrará un panorama más completo de cómo evolucionan las preferencias electorales en esta contienda.